Estrés y ansiedad, las asignaturas pendientes de los niños

 Estrés y ansiedad, las asignaturas pendientes de los niños
  04/11/2016

GRUPO HOSPITALARIO HLA SAN CARLOS

Acompañamiento, afecto y comunicación son las tres claves para convertir el estrés y la ansiedad de los niños en entusiasmo. “La forma en la que los adultos lidian con el estrés afecta directamente a los niños”, advierte el doctor. Gustavo Bernaldez, pediatra de HLA San Carlos.

            El estrés no es exclusivo del adulto, también se presenta en las etapas más tempranas de la vida, como en la niñez. Por ejemplo, a nivel escolar, fallar en los exámenes y sobrecargar a los niños de deberes y clases extraescolares, son factores que favorecen a aumentar el estrés. Pero la situación familiar también puede afectar, debido a separaciones, mudanzas, muerte de algún pariente y disfunciones familiares, así como por los cambios naturales normales, que suceden en diferentes momentos de la infancia.

            “Que el niño sufra irritabilidad, excitación, no duerma bien, esté deprimido y apático, son los síntomas que sufren los que están más estresados, y la alarma que avisa a los padres de que sus hijos padecen estrés”, explica Gustavo Bernaldez Moreno, pediatra de HLA San Carlos.  Según el profesional, es tan importante “saber interpretar las señales que los niños nos dan, y encontrar el foco del problema y la causa que produce esta situación, como también lo es, enseñarles a gestionar las situaciones de estrés, recordando que si los padres viven su día a día con ansiedad, van a transmitirle este sentimiento a sus hijos”.

            Convertir el estrés en confianza

            “Acompañamiento, afecto y comunicación son las tres claves“, explica el doctor Bernaldez, y añade que “se ha de lograr que los pequeños tomen conciencia del momento que viven y de la ansiedad que sienten, y que con esa concienciación adquieran confianza y autocontrol en sí mismos”. En cuanto al estrés producido en el colegio, el pediatra añade que “el ambiente escolar da una gran oportunidad a los niños de asumir obligaciones que irán incorporando, sin perder ese privilegio de la infancia”, y agrega que “no hay mejor herramienta para conseguirlo que dedicar tiempo para hablar con ellos, reforzando la importancia del esfuerzo personal y siempre con mucho amor y paciencia”.

            El especialista, también explica que con la actividad escolar surge otra oportunidad de inculcar valores éticos y sociales, “como por ejemplo, el trabajo en equipo con los futuros compañeros, que enseña una actitud colaborativa y no solo competitiva con el otro. Además, las primeras relaciones de los niños se crean en la escuela, y se ha de conseguir que estos las vivan de una manera sana, de forma autocontrolada y no con el estrés que genera tener muchas expectativas, que hasta los adultos tenemos a veces”.

            “A todo esto, no hay que olvidar la importancia de una alimentación sana, desterrando conductas adictivas que tanto agreden y condicionan hoy en día a nuestros niños, para que puedan sobrellevar la actividad diaria. Estos son unos hábitos que han de ser implantados por los padres y educadores” advierte el profesional.

            Juegos para comunicarse con los hijos

            “La corta edad de los niños no es una excusa para limitar la comunicación”, explica el profesional, y añade que “según la edad, existen diferentes estrategias para conseguir transmitir el aprendizaje de la toma de conciencia, autocontrol y confianza en sí mismos”. Por ejemplo, esto se consigue con técnicas de yoga, meditación para niños y cuentos. Además, con juegos para los más pequeños y teatralizaciones para los niños mayores y adolescentes, donde interpretan y recrean un papel, se consigue una mayor internalización de los conocimientos que se quieren transmitir. Así, poco a poco se logrará controlar el estrés y transformar la ansiedad” aconseja el doctor Gustavo.

            Por último, durante este proceso no hay que darles todas las respuestas a los más pequeños de la casa, sino que “hay que motivar y permitir que estos locos bajitos consigan por sus propios medios algunas soluciones” explica el pediatra, y concluye que “esto les va preparando para ser unos adultos más sanos”.

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