Ovarios diseñados en el laboratorio para administrar terapia de reemplazo hormonal

Ovarios diseñados en el laboratorio para administrar terapia de reemplazo hormonal
  10/12/2018

Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

 

Un fármaco disponible puede proteger los ovarios y la fertilidad de los daños causados por quimioterapia.

            La obesidad reduce sustancialmente la tasa de éxito en los tratamientos de reproducción asistida.

            Las mujeres pueden tomar anticoagulantes y hormonas sin aumentar el riesgo de coágulos de sangre o hemorragias.

            La maternidad altera permanentemente el cerebro y su respuesta a la terapia hormonal en el futuro.

            Una nueva investigación en ratas sugiere la posibilidad de diseñar ovarios artificiales en el laboratorio para proporcionar una terapia de reemplazo hormonal más segura y natural para las mujeres.

            El tratamiento está diseñado para secretar hormonas de forma natural en función de las necesidades del cuerpo, en lugar de que el paciente tome una dosis específica de medicamentos cada día.

            Los medicamentos actuales de reemplazo hormonal diseñados para compensar la pérdida de la producción de hormonas sexuales femeninas no se recomiendan para el uso a largo plazo debido a que están asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiaca y cáncer de seno.

            En un artículo publicado en Nature Communications, los autores sugieren que el sistema de reemplazo hormonal basado en células, debido a su capacidad para combinar la dosis con las necesidades del cuerpo, es una alternativa atractiva a los fármacos y es coherente con las directrices actuales de Estados Unidos y Europa que recomiendan dosis lo más bajas posibles de terapia de reemplazo hormonal.

            “El reemplazo seguro de hormonas probablemente será cada vez más importante a medida que crezca la población de mujeres mayores. Ya sea que la pérdida de la función ovárica se deba a la extirpación quirúrgica, la quimioterapia o la menopausia, los efectos pueden variar desde sofocos y sequedad vaginal hasta infertilidad y un mayor riesgo de osteoporosis y enfermedad cardiaca”.

            Para diseñar el ovario bioartificial, el equipo de investigación aisló los dos tipos de células que se encuentran en los ovarios (teca y granulosa) de las ratas.            Se usó una membrana delgada como cápsula para contener las células y luego se implantó en ratas a las que se les extirparon los ovarios. Estas ratas se compararon con animales con función ovárica normal, ratas no tratadas y ratas que recibieron una dosis baja o alta de medicamentos tradicionales de reemplazo hormonal.

            El estudio analizó tres áreas comúnmente afectadas por la pérdida de la función ovárica: composición corporal, salud ósea y salud uterina. Se sabe que la pérdida de la función ovárica conduce a la acumulación de grasa corporal y al aumento de peso y el estudio encontró que los diseños basados en células lograron un porcentaje sustancialmente más bajo de niveles de grasa corporal que el tratamiento farmacológico en dosis bajas y tuvieron los mismos resultados que los animales con ovarios intactos.

            La deficiencia de estrógenos también puede causar osteoporosis y fracturas relacionadas. En el estudio con ratas, el tratamiento celular produjo mejores resultados óseos que los medicamentos tradicionales de reemplazo hormonal. También se sabe que la pérdida de la función ovárica tiene efectos adversos sobre el sistema genital y urinario, como disfunción sexual e incontinencia urinaria. Los investigadores evaluaron el tejido uterino en animales de estudio y encontraron que la salud uterina en los animales tratados con células era similar a la de los animales con ovarios intactos.

            Es poco probable que las mujeres que necesitan terapia hormonal tengan suficientes células ováricas para el trasplante. La cápsula fue diseñada para permitir que el oxígeno y los nutrientes ingresen a la cápsula, pero para evitar que el paciente rechace las células. Este escenario permitiría que el tejido ovárico funcional de los donantes se pueda utilizar para diseñar ovarios bioartificiales en mujeres con ovarios que no funcionan.

 

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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