Aprendizaje significativo, ¿qué es?

Aprendizaje significativo, ¿qué es?
  08/04/2019

VERÓNICA MONSONIS (*)

El aprendizaje significativo es, según el teórico estadounidense David Ausubel, un tipo de aprendizaje en que un estudiante asocia la información nueva con la que ya posee; reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso. Es decir, la estructura de los conocimientos previos condiciona los nuevos conocimientos y experiencias, y estos, a su vez, modifican y reestructuran aquellos. Este concepto y esta teoría se sitúan dentro del marco de la psicología constructivista.

            Ausubel, Novak y Hanesian (1983) muestran la importancia de la experiencia como factor principal en este aprendizaje de nuevos conocimientos. Estos autores postulan que debe ser significativo, no memorístico, y para ello los nuevos conocimientos deben relacionarse con los conocimientos previos que posea el niño o niña. El profesor debe estructurar los contenidos y las actividades para que se dé un aprendizaje significativo.

            Dicho de otro modo, es un tipo de aprendizaje en el que un estudiante asocia la información nueva con la que ya posee; reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso. Es decir, la estructura de los conocimientos previos condiciona los nuevos conocimientos y experiencias, y estos, a su vez, modifican y reestructuran aquellos. Este concepto y esta teoría se sitúan dentro del marco de la psicología constructivista.

            Sabemos que los niños aprenden por ensayo y error, por lo que podemos plantear las actividades en el aula que fomenten el aprendizaje por descubrimiento. Elegir materiales y crear ambientes cercanos al niño es fundamental para que éste, como sujeto activo, pueda afianzar esos saberes que va explorando y, por lo tanto, se produzca este aprendizaje significativo del que hablamos de forma que perdure en el tiempo.

            Debemos conseguir que nuestros peques estén altamente motivados. Las escuelas rurales, por ejemplo, permiten que el niño se mueva en la naturaleza, que juegue y experimente directamente, de manera que aprenda por ensayo-error. Damos pie a que vayan creando una huella que les permita ir modificando sus esquemas previos a medida que van enfrentándose a situaciones nuevas y afianzando así nuevos conocimientos.

            El aprendizaje por repetición o memorístico es una mera incorporación de datos que carecen de significado para el estudiante, y que por tanto son imposibles de ser relacionados con otros previos.

            Entendemos así que tanto los profesionales de la enseñanza como los mismos papas y mamas, podemos ayudar a que nuestros peques aprendan por descubrimiento, de manera que fomentemos la creatividad y el pensamiento divergente (ver varias posibles soluciones a un problema). Si trabajamos desde la primera infancia en esta línea, estaremos sentando las bases para que ellos puedan pensar por sí mismos y tener iniciativa, es decir, poder estar preparados para afrontar situaciones de la vida cotidiana, preparándolos así para la vida.

(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y especializada en Educación Emocional y en Atención Temprana.

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