El noble reto de superar olas

El noble reto de superar olas
  22/02/2021
El surf y los deportes de tabla en el mar repuntan con la pandemia

Los surfistas y deportistas de otras variedades sobre tabla son probablemente los mejor preparados y habituados a superar olas y mantener la concentración y el equilibrio, incluso en las situaciones más adversas que se presentan en el medio marino. Unas capacitaciones que están sirviendo para ayudar a sobrepasar las convulsas circunstancias que acontecen desde hace casi un año al otro lado de los mares y océanos, y con las que se podría establecer incluso cierto tipo de paralelismo -como es el caso de las olas, pero de contagios-. El hecho es que la pandemia ha marcado un nuevo repunte en la práctica del surf en el ámbito general y también en el de nuestra comarca. El aire libre, la seguridad del entorno y la necesidad de ejercer el cuerpo han contribuido a este boom del surf, como ha sucedido también en otras prácticas deportivas. Todo son ventajas. No solo despierta la adrenalina y alivia el estrés -dos buenos armas para la lucha contra tanta reclusión-, sino que además soporta sutilmente las restricciones sanitarias impuestas al menos hasta ahora.

            Milene Pons, de Leclercq Surf de Xàbia, regenta un negocio ubicado en la Playa del Arenal en el que se imparten clases de surf -además de venta y alquiler de tablas- desde hace una década. “Ha sido como una explosión, ahora todo el mundo surfea”, señala. De hecho, advierte que en esta temporada se han agotado los stocks y las zonas más adecuadas para su práctica se han llenado de surfistas.

            De entre las diversas modalidades deportivas de tabla -entre las que también figuran el paddle surf, el windsurf, el kitesurf, …- el surf es la que más se está repopularizando. “Es la más exigente físicamente, pero también la más barata”, advierte Pons.

            El perfil del surfista también ha variado en los últimos años. “Al principio era un deporte para los jóvenes chavales, pero cada vez hay más gente de mediana edad y sobre todo chicas, que también se han animado últimamente”, subraya la empresaria.

            También las clases de surf están dejando buenos resultados, aunque ahora menos porque las restricciones impiden formar grupos. Pero hay “cantera” de surfistas.

 

LA CULTURA DEL SURF

 

            Las olas tienen sus días y sus momentos. Para Pons las playas del litoral de la comarca son muy buenas para practicar surf y también paddle surf. Para el surf, es relativamente fácil encontrar zonas donde se originen olas de una altura adecuada en cualquier estación del calendario, excepto en verano. La Playa del Benissero y el Arenal son dos de los puntos más concurridos en Xàbia. En el caso de Dénia, la zona de Les Rotes es la más frecuentada por los surfistas.

            La empresaria se queja de que todavía falta cierta dosis de “cultura de surf”. “Algunos bañistas aún se quejan mucho de los surfistas, aunque por suerte cada vez menos”, matiza.

            Los vientos y su influencia respecto de la orientación de la playa son dos de los puntos claves para encontrar olas, aunque en realidad lo que más cuenta es la experiencia del surfista.

 

DONDE ROMPE LA OLA

 

            De experiencia el dianense Toni Sellés ya lleva bastante acumulada, después de veinte años practicando surf. Para él lo más complicado es encontrar las olas porque normalmente no se producen en nuestra zona, al menos las que más se adaptan a su nivel de exigencia. En las playas de piedra resulta más cómodo localizarlas, porque las olas rompen siempre en el mismo lugar, advierte. Cuenta que lo mejor es cuando llegan olas provocadas desde grandes distancias sobre el litoral tranquilo. Sellés añade que antes era más fácil ubicar la temporada de surf en el mes de octubre, pero ahora la climatología es mucho más cambiante y no permite fijar ningún calendario. “Ha habido veranos que se ha practicado incluso en agosto”, aclara.

            “La sensación del surf es muy intensa pero muy efímera”, apenas los segundos que dura el recorrido junto a la ola. “Pero es muy divertido y muy atractivo el contacto con el mar, a la vez que ejercitas todo el cuerpo”, resume. Sellés aclara que “no es tan bonito como se ve en las películas”, porque se requiere de experiencia y cierta preparación física.

 

EL WINDSURF SE RECUPERA

 

            El windsurf es la otra modalidad en tabla sobre el mar más practicada en el litoral de la Marina Alta, y desde hace más tiempo. Aunque también ha tenido sus altibajos, sobre todo con la introducción del Kite Surf, que durante unos años le restó seguidores, según cuenta el dianense Mauri Ripoll, un aficionado y practicante desde hace tres décadas. Pero ahora la afición se ha recuperado y las playas se empiezan a ver repletas de velas en los días más apetecibles y ventosos.

            “Vivimos en una zona privilegiada para el windsurf; aunque esto no sea Tarifa, gozamos de unos vientos en verano muy buenos”, señala. Pero es también en esta misma etapa del año cuando resulta más complicado practicar este deporte, por aquello de la saturación de playas y también del litoral, apestado de embarcaciones de todo tipo con las que se hace difícil compartir navegación.

            En cualquier caso, el combinado de mar y deporte se reafirma como un buen refugio para escapar de las veleidades de esta pandemia que nos ha dejado una nueva normalidad a la que cuesta acostumbrarse.

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