El secreto de los polvos que circulan por los gimnasios

El secreto de los polvos que circulan por los gimnasios
  25/03/2019

INÉS ROIG (*)

La proteína en polvo o en barra se ha convertido en uno de los grandes filones de la industria asociada al deporte. El 56% de los españoles que acuden a un gimnasio reconoce haber consumido alguna vez suplementos nutricionales. Buscan, mejorar el rendimiento deportivo, más energía y masa muscular. Muchos los toman, incluso, porque sus oponentes lo hacen. Y la principal fuente de información es el entrenador.

            Que dos individuos entrenen al mismo nivel no significa que se recuperen igual. No todos tenemos la misma facilidad para convertir esas proteínas en músculo. Depende del perfil hormonal (hormonas sexuales y de crecimiento), de su predisposición genética, y de la capacidad del músculo para sintetizar sus propias proteínas desde los aminoácidos, ¿Eres mujer o estás en edad de que te traten de usted? Mal asunto. La síntesis proteica viene también condicionada por el sexo: las féminas, por su perfil hormonal, los músculos crecen menos; y con la edad, también disminuye el crecimiento muscular.

            Existe una tendencia a exagerar la relación entre el consumo de proteína y los resultados deportivos. De ahí que casi todos tomen más de la necesaria porque creen que así van a lograr con más facilidad el objetivo programado. También por no saber cuantificar bien cuánta proteína están tomando. Los gimnasios son caladeros para la venta de estos botes. En edades tempranas, entre los 15 y 23 años son compras impulsivas: muchas veces no saben qué adquieren ni por qué.

            Por ley, todos los suplementos que se venden en España deben tener etiquetado en castellano. Pero no si se adquieren a través de Internet. Las lagunas legales no solo afectan al idioma. Al comprar un bote de proteínas no siempre contiene tantas como declara el fabricante. Esto suele darse más de lo que el consumidor cree, y es algo aún poco sabido.

            Mucho más sibilino es el amino spiking: es decir, añadir aminoácidos low cost. Las sorpresas dentro del bote no acaban ahí, entre el 12% y el 58% de los suplementos nutricionales contienen distintos niveles de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje: epinefrina, prohormonas, clembuterol… Para poder entender lo que contienen los botes:

            1. “Whey protein”. Proteínas procedentes de la leche alta calidad. Puede tomarse en cualquier momento del día, pero es preferible alrededor del ejercicio practicado.

            2. Caseína. Fuente de proteínas procedente de la leche de alta calidad.

            3. Leucina. El aminoácido esencial que más activa la síntesis proteica muscular.

            4. BCAAs. Su uso en deportes de fuerza cada vez tiene menos sentido debido al uso frecuente de whey protein y de una dieta muy proteica. En deportes de resistencia puede tener más cabida para la recuperación.

            5. Glutamina. En culturismo se toma para prevenir la pérdida de masa muscular, pero está demostrado que carece de sentido.

            6. Creatina: Es el suplemento que más energía tiene en la mayoría de prácticas deportivas. Y no ha demostrado poseer perjuicios para la salud.

(*) Farmacia Las Marinas.

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