El vaso de agua

El vaso de agua
  24/10/2016

VERÓNICA MONSONÍS

En una sesión grupal, una psicóloga en un momento dado levantó un vaso de agua. Cuando todos esperaban oír la pregunta: “¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?”, ella en lugar de esto preguntó:

            - ¿Cuánto pesa este vaso?

            Las respuestas de los componentes del grupo variaron entre 200 y 250 gramos, pero la psicóloga respondió:

            - El peso absoluto no es importante sino el percibido, porque dependerá de cuánto tiempo sostengo el vaso: Si lo sostengo durante 1 minuto, no es problema. Si lo sostengo 1 hora, me dolerá el brazo. Si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.

            El vaso no cambia pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado y más difícil de soportar se vuelve.

            Después, continuó diciendo:

            - Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas en ellas un poco más, empiezan a doler y, si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada.

            ¡Acuérdate de soltar el vaso!

            Reflexión:

            A veces las preocupaciones se instauran en nuestra cabeza, que llenamos de pensamientos, no dejando que nos centremos en las soluciones, es decir, en lo que sí podemos hacer. Preocuparnos en exceso y anclarnos en pensar en los problemas nos agota y absorbe; nuestras energías disminuyen y nos resta fuerzas para actuar y orientarnos hacia una búsqueda de soluciones adecuada. Es imprescindible ser consciente de los problemas y tener presente las dificultades y los riesgos, pero sin llenar nuestra cabeza de preocupaciones durante mucho tiempo pues nos agota emocionalmente. Si somos conscientes de ellas podemos recurrir al psicólogo/-a para buscar alternativas que nos ayuden a manejar esos pensamientos y preocupaciones que tan presentes podemos llegar a tener. De esta manera aprenderemos a vaciar “nuestra mochila emocional”.

 Y vosotros ¿Sabéis soltar el vaso a tiempo?

(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y experta en Atención Temprana.

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