Esquivar la otitis

  07/11/2014

??INÉS ROIG (*)

Es un problema común en niños y no solo en ellos. Los resfriados de temporada y los cursillos de natación pueden causar molestias en los oídos, que llegan a ser muy dolorosas.
La otitis es una patología del sistema auditivo. Hay distintos tipos y con sintomatologías muy diversas. Por ejemplo, hay otitis que precisan antibióticos y otras que no. Algunas vienen acompañadas de fiebre y un intenso dolor. Pero también hay otras que ni siquiera duelen y de diagnóstico difícil. Ciertas otitis se repiten con frecuencia, pero otras son episódicas. Algunas se manifiestan con secreciones; o bien surgen después de tirarse al agua o tras un resfriado.
Otitis externa. Es la que suele producirse en verano. También se conoce como la del nadador, porque es frecuente cogerla en las piscinas. Es una otitis que nace a raíz de un proceso inflamatorio, que afecta a la capa externa del tímpano.
El sistema auditivo cuenta con dos aliados para protegerse contra posibles agentes externos: el pH ácido de la piel y el cerumen. Ambas barreras pueden debilitarse a causa de los baños frecuentes. Asimismo, el abuso y mala utilización de los bastoncillos de algodón para sacar la cera también pueden perjudicar las defensas del organismo en esta zona.
Cuando todo esté escudo se tambalea y se debilita, se abre una puerta que favorece la entrada de bacterias y que acaba causando molestias.
Lo más común es que sólo duela un oído, el de la infección, y no ambos. El tratamiento más inmediato consiste en la administración de Antiinflamatorios, que aliviarán los síntomas. ¿Se puede prevenir? Los especialistas recomiendan aplicar unas gotas de ácido acético al 2% (que favorece la absorción de agua) después de cada baño, además de secarse bien los oídos después de cada baño.
Otitis media. Es frecuente sobre todo en edad infantil. Es la otitis que suele aparecer en los meses más fríos del año, cuando los procesos catarrales son más habituales y dan lugar a procesos infecciosos.
Se produce la sensación de “oído tapado” o “de oír menos”. Los síntomas de resfriado suelen acompañar a esta sensación: mucosidad u obstrucción nasal, tos, ojos rojos y dolor de garganta... El 95% de los casos de la infección por otitis se debe al catarro.
Se denomina otitis aguda cuando los síntomas aparecen con rapidez y en pocas horas. Algunos niños pueden tener cierta predisposición a sufrirla más que otros. Se ha comprobado que las infecciones de oído son 4 ó 5 veces más frecuentes en aquellos que acuden a guarderías desde muy pequeños, con problemas alérgicos y cuyos padres fuman en casa. En estas condiciones es más fácil coger resfriados o sufrir fenómenos catarrales.
Los síntomas de esta otitis son progresivos. Al principio no hay fiebre ni dolor, solo acumulación de líquido, lo que dificulta la audición del niño. Se forma un tapón, las bacterias quedan atrapadas y comienzan a multiplicarse. La otitis media no es una enfermedad contagiosa.
Los antibióticos se prescriben solo en ciertas circunstancias: en caso de fiebre alta (más de 38,5º), dolor intenso o en caso de supuración con pus, si no, no aporta beneficio alguno. ¿Han oído bien?

(*) Farmacéutica

 

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