GUILLERMO ARES/ Del título al pie de calle

GUILLERMO ARES/ Del título al pie de calle
  05/06/2017

 

Uno de los graves problemas con que se encuentra un recién titulado es que en las empresas siempre han pedido experiencia en cargos similares.

            Algo que casi ningún recién titulado podría aportar, salvo casos muy excepcionales en los que el interesado haya trabajado mientras estudiaba, condiciones muy difíciles de encontrar.

            Por otra parte, ahora que ya estamos en la era de la titulitis, más en el empleo público que en el privado, se aceptan títulos sin experiencia pero títulos, ya que de ese modo se cumplen las normativas aunque los resultados no sean los mejores.

            Así es como nos encontramos con hechos insólitos derivados del desconocimiento también derivado de la falta de experiencia.

            En muchos casos, no en todos, pero a la calle me remito, los titulados (sí…y tituladas, aunque la RAE ya ha dicho que de eso nada) sin experiencia y los expertos que no bajan a la calle firman proyectos increíbles, verdaderos desatinos, auténticos insultos al sentido común, desastre sin sentido.

            Muchas veces nos preguntamos en qué cabeza cupo determinado proyecto que con la excusa de embellecer la ciudad planta arbolitos en la calle junto a las aceras, robando metro y medio de plaza de aparcamiento cada veinticinco metros, lo que nos da una media de cómo mínimo dos plazas menos entre esquina y esquina, generalmente en calles donde hay bofetadas por aparcar.

            Es posible que se prefiera molestar al conductor que no al peatón, por eso no se ponen en las aceras.

            Pero, rompamos calles recién pintadas o asfaltadas, asfaltemos nuevamente y pintemos otra vez las rayitas blancas.

            En la mayoría de los casos de obras por mantenimiento, que no por averías, se cortan carriles o circulan lentas máquinas en las horas de más circulación en esa zona.

            O tal vez, como en el caso de la nueva rotonda de “La Pantera Rosa” de Valencia al inicio de Ausiàs March, que antes era un simple cruce en el que se atascaba el tráfico en el giro a la izquierda, ahora la rotonda es “partida” de modo que el atasco habitual sigue existiendo porque sigue el mismo giro a la izquierda pero se suma un nuevo atasco para quienes quieren hacer el cambio de sentido dando la vuelta total a la rotonda.

            Todo un derroche de ingenio.

            De ningún modo digo que todo esté mal, pero teniendo en cuenta que los firmantes cobran un sueldo bastante digno que seguramente es hasta la jubilación, creo que debería exigirse mejores resultados, más seriedad, responsabilidad y menos tomarle el pelo a los ciudadanos que, en definitiva son los verdaderos jefes que pagan esos sueldos.

            Del mismo modo que los alimentos deben ser sanos, el agua potable, la energía con sus watios correspondientes y todo debe funcionar sin fallos, no creo que debamos permitir tantos disparates avalados por una firma que obviamente en esos casos, no cumple con su cometido de garantizar resultados.

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