Influencia del factor femenino y masculino en el cultivo a blastocisto y sus implicaciones clínicas

Influencia del factor femenino y masculino en el cultivo a blastocisto y sus implicaciones clínicas
  25/09/2017

Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

Cada vez es más habitual que las clínicas de reproducción asistida propongan a sus pacientes el cultivo de blastocistos o cultivo largo para mejorar la selección de aquellos embriones con mayor potencial de implantación. El genoma del embrión comienza su activación a partir de día +3 de desarrollo y, hasta ese día, el embrión es principalmente competencia del ovocito. Por esta razón, la calidad ovocitaria es esencial en los primeros estadios de desarrollo, mientras que la calidad espermática comenzará a manifestarse a partir de día +3, cuando el embrión necesite comenzar la activación de su genoma.

            El ovocito humano se fecunda en las trompas de Falopio y se va desarrollando durante su transporte hacia el útero donde se implantará en fase de blastocisto. La evaluación de embriones en este estadio de desarrollo es la forma más adecuada para estudiar cómo influyen el factor masculino y femenino en el embrión, ya que, el genoma embrionario empieza a funcionar a partir de día +3, pudiendo de esta manera, evaluar el embrión propiamente dicho, mientras que hasta día +3, principalmente es competencia del ovocito. Por tanto, cabe esperar que sea el ovocito el que tuviera un mayor impacto sobre el embrión.

            La calidad del material genético de los espermatozoides también podría convertirse en un factor pronóstico. Teniendo en cuenta que el estudio del embrión hasta blastocisto nos proporciona por un lado, una información adicional que mejora la selección de los embriones a transferir aumentando así, la tasa de gestación evolutiva y, por otro lado, transferir blastocistos consigue una mejor sincronía endometrial, en el presente trabajo también se profundizó en los mecanismos implicados en dichos efectos.

            Aquí nuestra Clínica Salud Reproductiva en Dénia, presentamos las siguientes conclusiones:

            1. Según nuestros datos, el origen de los ovocitos (donados o propios) tuvo mayor valor predictivo que la calidad seminal cuando se realizó una ICSI.

            2. Los pacientes con ovocitos propios mayores de 35 años y las receptoras de ovocitos, pueden beneficiarse del cultivo a blastocisto. Para ambos grupos de pacientes las calidades embrionarias propuestas en día +5 tuvieron mayor valor predictivo que las propuestas en día +3 para la consecución del embarazo.

            3. Sin embargo, las pacientes con ovocitos propios menores de 35 años, el cultivo largo no les confirió un beneficio adicional al que ya tiene de por sí: tener mayor información para realizar una selección embrionaria más acertada que en día +3. 4.

            Los datos analizados no permiten recomendar el IFE como una prueba de rutina añadida en todos los pacientes, ya que los métodos de capacitación y la técnica ICSI, tienden a reducir el número de espermatozoides con IFE alterado. Además, el hecho de no haber encontrado diferencias significativas en la tasa de llegada a blastocisto pero sí en la de gestación clínica en pacientes con IFE alterado, nos lleva a suponer que el efecto de la fragmentación espermática se manifieste más allá del estadio de blastocisto. Por tanto, estos pacientes no se verán más beneficiados del cultivo largo que otros pacientes con un IFE normal.

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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