La ex alcaldesa Ana Kringe declara ante el juez de la Audiencia Nacional

El calvario judicial de la ex alcaldesa de Dénia Ana Kringe todavía continúa, dos años y medio después de haber abandonado el Ayuntamiento. Esta semana ha declarado como imputada ante el juez que instruye el Caso Púnica, una presunta trama de corrupción vinculada al PP, que afectó a distintos gobiernos autonómicos. Kringe ha negado haber contratado con dinero público trabajos de reputación con el fin de mejorar su imagen en las redes.

            La Fiscalía Anticorrupción acusa a la ex alcaldesa de haber firmado contratos con las empresas de Alejandro de Pedro. Según las conclusiones de la investigación judicial,  se le imputa, entre otros, los delitos de fraude, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos, prevaricación o falsificación  de documentos mercantiles. Su declaración se enmarca dentro de la pieza diez de la trama Púnica, que se centra en la contratación de empresas vinculadas a la trama por parte de varios ayuntamientos, entre otros, con el fin de mejorar la imagen de sus alcaldes en medios y redes sociales. Las contrataciones se pagaban presuntamente con fondos públicos. Los trabajos acordados con Alejandro de Pedro, alias el “conseguidor” de la trama, consistirían en ofrecer una buena imagen y reputación de los alcaldes en diferentes medios, servicios de carácter personal que deberían haber sido pagados por el interesado y no con dinero público. En el año 2017 trascendió una conversación mantenida por Whatsapp tres años atrás por la entonces alcaldesa del PP Ana Kringe y De Pedro en relación con el diario ficticio Ahora Dénia, creado expresamente para maquillar la imagen de la que fuera alcaldesa. En ella quedaba acreditado que la intención del diario digital no era otra que potenciar la reputación de la alcaldesa y “dar ostias a la oposición”, como ella misma decía. Kringe se apartó de la política cuando ya estaba siendo investigada por su relación con la trama Púnica.

            Además, existe un correo electrónico de Alejandro de Pedro dirigido a sus trabajadores, en el que les instaba a cobrar 1.750 euros mensuales al Ayuntamiento de Dénia a través de facturas, cuyos conceptos dictaba el entonces jefe de gabinete de la alcaldesa, Claudio José Reig, quien también está imputado en una de las piezas del Caso Púnica, al igual que Ana Kringe. Con posterioridad, se colocaba un banner del Ayuntamiento en el periódico digital falso con el fin de justificar los pagos. Pero, como ordenó de Pedro, la publicidad debía estar en activo durante un breve plazo de tiempo, lo justo para realizar una captura de pantalla. Luego, al parecer, se quitaba.

            Durante la declaración judicial, Ana Kringe ha negado tener conocimiento de estos hechos y solo ha reconocido que el Ayuntamiento contrató campañas de publicidad y un curso de formación para funcionarios en redes sociales. Pero Claudio Reig matizó que el contrato con las empresas de Alejandro de Pedro ya existían cuando él se incorporó a su puesto de jefe de Gabinete de Alcaldía. Según su versión, se redactaban informes reputacionales por motivos estadísticos.