Las embarazadas con enfermedades cardiacas (II)

Las embarazadas con enfermedades cardiacas (II)
  27/04/2020

Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

 

Las mujeres embarazadas con enfermedades del corazón deberían dar a luz no más tarde de las 40 semanas de gestación. Esa es una de las recomendaciones de la Guía de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares durante el embarazo, publicada en el European Heart Journal.

"Más allá de las 40 semanas, el embarazo no tiene ningún beneficio adicional para el niño y puede incluso tener efectos negativos. El embarazo es un período de riesgo para las mujeres con enfermedad cardiaca porque ejerce un estrés adicional en el corazón, por lo que las pautas aconsejan inducir el parto o una cesárea a las 40 semanas".

"Cuando las compañías farmacéuticas no tienen datos sobre si un medicamento es seguro durante el embarazo y la lactancia, tienden a decir que no se recomienda. Puede ser apropiado administrar un medicamento a una mujer gravemente enferma si no se observan efectos secundarios nocivos en las bases de datos enumeradas en las directrices".

Lo que no recomiendan es el embarazo en pacientes con ciertos tipos de enfermedad cardiaca, por ejemplo, hipertensión arterial pulmonar, aorta severamente dilatada o capacidad severamente reducida del corazón para bombear sangre.

"Las mujeres con enfermedades del corazón que desean tener un hijo necesitan asesoramiento y evaluación de riesgo antes del embarazo. Aquellas con un riesgo moderado o alto de complicaciones deben ser revisadas por un equipo de corazón del embarazo compuesto por un cardiólogo, obstetra, ginecólogo y anestesiólogo. Se debe idear un plan de parto a las 20-30 semanas especificando el parto vaginal o por cesárea, si se usará una epidural o fórceps, y la duración de la estancia hospitalaria después del parto", recoge la guía de la ESC.

Para los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad cardíaca, las pautas incluyen información sobre los eventos adversos obtenidos de estudios en humanos y en animales. Además, las directrices establecen: "En el caso de una emergencia, los medicamentos que no son recomendados por la industria farmacéutica durante el embarazo y la lactancia no deben ser usados en la madre. El riesgo potencial de un medicamento y el posible beneficio de la terapia deben ser valorados frente a frente".

"Los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes y el sobrepeso, también están en aumento en el embarazo, ya que las mujeres mayores quedan embarazadas y las mujeres ahora adquieren factores de riesgo a una edad más temprana".

 

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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