Manos y pies en el punto de mira

Manos y pies en el punto de mira
  23/07/2018

INÉS ROIG (*)

 

Si hay una época del año en el que las manos y los pies se sienten más observados es, sin duda, en primavera y verano. Menos ropa y zapatos más ligeros los sitúan en el punto de mira. Hay que pasar la prueba de enseñarlos y estos son algunos consejos y soluciones a los problemas más frecuentes que afectan a ambos.

            Evitar los molestos callos: Se producen por un exceso de crecimiento de la capa córnea debido a la fricción o sobrecarga continua. Puede llegar a ser muy doloroso. Aparecen sobre los dedos, en la punta o en la planta. Para prevenirlos es importante eliminar la causa de presión o roce. Pueden aliviarse con apósitos, protectores de dedos y parche protectores.

            Atención a los juanetes: Son una desviación del primer metatarso hacia el interior y del primer dedo hacia el exterior. Se pueden detectar vigilando cualquier signo de inflamación o pérdida de flexibilidad en la articulación. Encuentran alivio con protectores de juanetes, correctores del primer dedo y parches protectores especiales para juanetes.

            Eliminar durezas: Son fragmentos de piel dura y engrosada que producen dolor y sensación de quemazón por la presión de las fibras nerviosas. Para evitar que aparezcan hay que hacer uso de zapatos adecuados que no presionen el pie y realizando un cuidado regular de los pies. La exfoliación con piedra pómez o limas especiales contribuye a eliminar la piel muerta. Hay que llevarla a cabo al menos 2 veces por semana y mantener la piel hidratada a diario.

            Aliviar la incomodidad plantar: Es más acusada en el caso de los tacones altos y muy altos. Se puede prevenir eligiendo un zapato con ajuste de forma lo más adecuada posible. Contribuyen a aliviar esta incomodidad las plantillas que amortiguan para la zona plantar o talón.

            Combatir el mal olor: Las altas temperaturas y la falta de ventilación provocan que el pie sude y como consecuencia sufra un exceso de humedad. Si esto no se combate, el sudor entra en contacto con las bacterias naturales de la piel que se descomponen y acaban causando el mal olor. Se puede prevenir realizando una higiene adecuada y un secado meticuloso del pie. Son recomendables los polvos absorbentes del mal olor así como los sprays desodorantes para piel y para calzado.

            Hidratar la piel seca y agrietada de los pies: Cuando la piel pierde lípidos y composición acuosa se produce una pérdida de agua que degenera en una piel seca y agrietada. Se puede prevenir realizando un cuidado regular de los pies, exfoliándolos, e hidratándolos a diario con una crema específica. Como productos aconsejados destacan las cremas para talones agrietados y cremas exfoliantes.

            Mantener la juventud de las manos: La piel de las manos también envejece. Además de hidratar y nutrir la piel, hoy existe una amplia variedad de cremas de manos que cubren todas sus necesidades. Las hay específicas para las manchas y cremas antienvejecimiento que nutren en profundidad. Son recomendables bálsamos nutritivos.

            Uñas más fuertes: Para las uñas frágiles son eficaces los productos endurecedores, que fortalecen y regeneran las uñas más débiles y quebradizas. También los complementos alimenticios demuestran su eficacia. Combinan ingredientes como la Vitamina D, Vitamina B2 y Vitamina B12, ácidos grasos esenciales Omega-3, Zinc y Biotina.

 

(*) Farmacia Las Marinas.

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