Pequeños gestos que convertirán un día malo en uno decente

INÉS ROIG (*)

¿Tiene un día de esos en los que la desgana le impide levantarse del sofá? La inapetencia por hacer algo se debe sobre todo a la falta de motivación por lo que se va a hacer o por lo que se va a conseguir, y/o por la ausencia de una necesidad. ¿Y quién no ha pasado por esto? Para romper la pereza, el truco es ejecutar pequeñas acciones que la ciencia recomienda por sus múltiples efectos positivos, con las que se sentirá enérgico y vital. Estas son las más efectivas. Y no hace falta un gran esfuerzo:

            Reciba un masaje: Los masajes dejan un efecto muy positivo en nuestro organismo, reduciendo la hormona cortisol, relacionada con los niveles de estrés. Incluso en personas delicadas como las recién operadas de corazón. Gracias a los masajes, los pacientes afrontan con mejor humor la recuperación, reducen su ansiedad y muestran una mejor predisposición hacia el tratamiento.

            Dese una ducha. Fría: Una sugerencia para los más valientes. Además de limpio, se encontrará más ágil, despierto, activo y animado como les ocurre a los aficionados finlandeses al bañarse al aire libre durante el invierno. Suena a reto para héroes de acero, pero, los beneficios de las aguas gélidas son extraordinarios para todo. Dinamismo y vitalidad incluidos.

            Vea una buena comedia: Muchas investigaciones avalan los efectos del humor en diferentes aspectos de la salud. Reírse previene de la pérdida de memoria y aumenta la calidad de vida. Una charla agradable o un espectáculo divertido le arreglarán un día gris.

            Busque un tutorial de yoga: Meditar puede hacernos alcanzar una mayor fortaleza mental ya que se evita con ella la irritación, el enfado, la ira o cualquier otra emoción negativa. ¿No lo ve claro? Entonces practique yoga. Los efectos son similares: reduce el estrés, la ansiedad, la depresión y hasta el dolor crónico. Una sesión o dos a la semana y sentirá cierto gusto por volver a la acción.

            Tenga sexo: Es una actividad cargada de virtudes para el organismo y es una apuesta segura para subir el ánimo: El deseo sexual activa la adrenalina, que aumenta la frecuencia cardiaca y estimula la circulación aportando más oxígeno a las células. Durante la excitación se libera endorfina, responsable de la sensación de placer y de la euforia. Con el orgasmo, las células nerviosas del cerebro descargan su contenido eléctrico y también se libera oxitocina, hormona que puede inducir a conectar con sentimientos de afecto y amor. Además, durante todo este proceso el cerebro está generando dopamina, un neurotransmisor cerebral relacionado con las emociones y los sentimientos de placer.

            Pida una bandeja de sushi: A través de la dieta también podemos generar más cantidad de dopamina. Para producirla, el cuerpo emplea el aminoácido tirosina que está presente en los alimentos proteínicos. Una ingesta de unos cien gramos de alimentos proteínicos ejerce un efecto constatable en el estado de humor antes de que transcurran de 10 a 30 minutos. El pescado azul, como el salmón, es una fuente de proteínas, pero además, también lo es de ácido graso omega-3. Una carencia de este ácido repercute directamente en un estado sombrío de fatiga, irritación, problemas coronarios o incluso depresión.

            Ponga su disco (animado) preferido... Ciertas canciones, con un ritmo “in crescendo” y una letra positiva, son perfectas para comenzar el día.

            ... y baile: Una caminata rapidita, un partido de tenis, o incluso bailar puede ser más revitalizante que agotador. Si el ejercicio que hacemos nos gusta y el resultado final es agradable, ya que conseguimos un objetivo, el cerebro libera entonces lo que se conoce como hormonas de recompensas, asociadas a la sensación de placer y motivación. Por eso, incluso después de darse una paliza corriendo, llega a casa con ganas de repetir al día siguiente.

(*) Farmacia Las Marinas.