Picaduras de verano

  25/07/2014

??INÉS ROIG (*)

Ocio, aire libre y sol son sinónimo de diversión. Aunque en más ocasiones de las deseadas también implican las irritantes molestias de mosquitos, medusas y otros irritantes bichos.
Los insectos están siempre. Pero en verano hay más y sus efectos son más vistosos. Más allá de los mosquitos, en los meses más calurosos se vuelven casi rutinarias las picaduras de medusas, abejas, avispas, arañas…
Lo primero es diferenciar, por una parte a los insectos venenosos como abejas y avispas; de, por otra parte, los chupadores: mosquitos, pulgas, garrapatas y chinches.
Mosquitos: Atacan desde el atardecer hasta la salida del sol. Se aprecia bien el lugar de la picadura
Abejas y avispas: Son las que causan más reacciones por picaduras. La picadura produce inflamación, urticaria y edema.
Medusas: La mayoría producen picaduras dolorosas, con sensación de ardor. Se presenta la picadura en forma de latigazo. Lo más importante es salir del agua, evitar frotar o rascarse. No hay que secarse ni lavarse con agua dulce, sí con suero fisiológico. Es conveniente aplicar frío, pero no directamente sobre la piel 
Hay que determinar si la reacción es o no excesiva. En definitiva, si nos ha causado una reacción alérgica. En tal caso, hay que acudir al médico que nos propondrá el tratamiento adecuado. N las picaduras normales y en la mayoría de los casos se puede tratar fácilmente con frío local o cualquier agente antiinflamatorio. La aplicación tópica de amoníaco también es eficaz para aliviar las molestias.
Lo mejor, es prevenir. Hay que aplicar repelente en las zonas expuestas del cuerpo. Los niños son especialmente sensibles y es recomendable aplicarles repelente en cara y extremidades, evitando heridas, ojos y boca. En el caso de medusas, la mejor prevención es no bañarse cuando se conoce su presencia en el mar.
Las reacciones, pueden ser de distintos tipos:
Reacción local intensa: No se puede considerar una alergia, pero si puede ser una señal de que la persona se está sensibilizando.
Reacción alérgica: Es más intensa que la anterior y puede llegar a ocasionar un shock anafiláctico. Los síntomas pueden aparecer a los 15 minutos e incluyen urticaria generalizada (ronchas), inflamación de cara y cuello, llegando a afectar a las vías respiratorias.
Reacción tóxica: Ocurre en personas que sufren picaduras múltiples o bien por la localización de dichas picaduras. Por ejemplo, son de especial peligro las picaduras en cara y cuello. Además, la localización en párpados o labios, originan una gran reacción local.

(*) Farmacéutica

 

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