Prevención de los cólicos de riñón

Prevención de los cólicos de riñón
  16/10/2017

Dr. MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

El cólico renal es producido por el paso de un cálculo a través de la vía urinaria. Dolor lumbar y abdominal unilateral, que se inicia en forma aguda y se acompaña de inquietud, náuseas, vómitos, sudoración y distensión abdominal. Puede irradiarse hacia la zona abdominal y la ingle del lado afectado. Se calcula que entre el 10 y el 15 % de la población puede tener un cólico renal en algún momento de su vida.

            Es más frecuente entre los hombres y suele presentarse con mayor frecuencia en los meses del verano. Esto último se debe a que la orina se concentra más (al perderse más agua a través de la respiración y la transpiración) y los cristales, que habitualmente se diluyen en condiciones normales, precipitan y se aglutinan formando lo que comúnmente se denomina “arenilla”. De persistir estas condiciones, esta “arenilla” formará más adelante un cálculo.

            Este es el motivo por el cual mantener una ingesta abundante de líquidos (durante todo el año, pero especialmente en el verano) es altamente recomendable para prevenir la aparición del cólico renal. Otros factores que predisponen a la formación de cálculos renales son la alimentación rica en sal, proteínas animales y pobres en calcio.

            Se presenta cuando un cálculo obstruye las vías urinarias. Los cálculos urinarios pueden deberse a un exceso de calcio en la orina que, al no poder mantenerse disuelto, precipita en forma de cristales. Menos frecuentemente se forman cálculos de ácido úrico y cistina. La piedra o cálculo puede desplazarse desde el riñón hacia la vejiga a través del uréter. Dolor cólico que se inicia generalmente en la región lumbar alta y que se irradia hacia la cara anterior del abdomen bajando hacia la ingle para llegar hasta los genitales, todo a un mismo tiempo. Hay urgente necesidad de orinar y puede haber sangre en la orina.

            El hecho de no poder evidenciar todos los cálculos se debe, a que muchas veces, el tamaño de los mismos es muy pequeño y escapa a la capacidad de detección de los estudios, inclusive de los más sofisticados. El análisis microscópico de la orina es una eficaz herramienta, no para la detección del cálculo en sí, sino para evidenciar la presencia de glóbulos rojos que se eliminan con la orina, producto del pasaje del cálculo con micro traumatismos de la vía urinaria. En presencia de un dolor característico de cólico renal, un análisis de orina revela glóbulos rojos, blancos y cristales que forman el cálculo. En caso de ser necesarias pruebas adicionales, pueden tomarse radiografías que permiten detectar los cálculos cuando son depósitos de calcio o de magnesio y fosfato.

            En general, los cálculos menores de 5mm de diámetro se expulsan espontáneamente en un plazo promedio de dos a tres días. Para aquellos cálculos que superan los 5mm de diámetro las posibilidades de eliminarse espontáneamente disminuyen y es aconsejable su seguimiento por un especialista.

            Para prevenir la formación de cálculos es necesario asegurarse una abundante ingesta de líquidos. Especialmente en verano. Lo más recomendable es agua (no se aconsejan las bebidas gaseosas por su contenido en sodio), en una cantidad de dos a tres litros por día. Como a muchas personas les es difícil calcular la cantidad de líquidos que toman, una forma simple de saber si se está tomando la cantidad adecuada es observar el color de la orina, que debe ser transparente y perder su color amarillo.

(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia.

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