¿Qué es la agresión?

¿Qué es la agresión?
  07/05/2018

VERÓNICA MONSONIS (*)

 

            Es una conducta que intenta dañar a otros, ya sea un daño físico o emocional. La intencionalidad es la clave para hablar de agresión, ya que, por ejemplo, un dentista puede hacernos daño, pero esa no es su intención y por lo tanto no lo podríamos considerar agresión. De igual modo, un niño puede dañar a un compañero suyo accidentalmente. En ese caso tampoco estaríamos hablando de agresión.

            La agresión es la forma de expresar una emoción. El enfado y la frustración suelen ser las emociones que conducen más frecuentemente a la agresión, pero incluso la excitación emocional positiva puede llevar a la agresión: cuando los niños se sienten muy excitados, pueden percibir cualquier incidente como amenazante y responder de manera agresiva.

            Como siempre decimos, los sentimientos deben expresarse, no deben reprimirse o acumularse. El problema aparece cuando los niños no saben maneras constructivas de expresar su enojo y frustración, porque entonces se vuelven agresivos y aparecen los conflictos.

            Para no llegar a la agresión los niños necesitan aprender el autocontrol (que no es lo mismo que controlar sus emociones, pues eso implica reprimir). Necesitan aprender cómo expresar adecuadamente sus emociones y alcanzar el bienestar.

            Es importante remarcar que las expresiones emocionales son aprendidas, ya sean éstas agresivas o pacíficas. Lo mismo sucede con el autocontrol: no es algo que los niños simplemente adquieren de forma espontánea en el proceso de crecimiento. Hay que enseñarles a hacerlo.

            Al enseñar a los niños maneras positivas de expresar sus emociones (a través de mensajes que muestran lo que sienten y necesitan), podemos mejorar la forma en que ellos manejan sus conflictos.

            Aprender a prevenir el bullying con las herramientas que nos proporciona la educación emocional, para empoderar a tus hijos e hijas frente a situaciones de acoso, es un reto que nos podemos plantear ya en la primera infancia desde la familia.

            Podemos enseñar a nuestros niños y niñas cómo reaccionar a este tipo de situaciones de forma asertiva, respondiendo sin atacar.

            Para responder de forma asertiva ante situaciones desagradables podemos seguir estos pasos:

            - Yo siento (expresar la emoción)…

            - Cuando (relata lo que pasa)…

            - Porque (señala cómo te afecta)…

            - Necesito que/Que te parece si... (expresar la necesidad o propuesta).

            Por ejemplo: (edukame).

            1) Cuando tu amigo te golpee en la fila, dile “No me gusta que me golpees porque me haces daño, quiero que no lo vuelvas a hacer”.

            2) Cuando no quieren jugar contigo dile: “No me gusta que no me dejéis jugar porque me siento solo. Quiero jugar yo también”.

            3) Cuando un compañero te quite algo tuyo dile: “No me gusta que me quites mis cosas porque me sienta mal. Quiero que me lo devuelvas. Si quieres algo mío pídemelo pero no me lo quites”.

 

(*) Psicóloga. Máster en Psicología Clínica y especializada en Educación Emocional y en Atención Temprana.

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