¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando estás estresado?

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando estás estresado?
  09/10/2017

INÉS ROIG (*)

Todos experimentamos estrés de vez en cuando. Las fuentes del estrés son muchas. Puede tener su origen en nuestro entorno, en nuestro cuerpo, o en nuestros propios pensamientos. Sentirse estresado en momentos de presión, como la época de exámenes, es de lo más natural, pero estamos diseñados psicológicamente para lidiar con ello y reaccionar.

            En realidad, el estrés puede ser positivo, ya que nos ayuda a estar alerta, motivados y centrados en la tarea que nos ocupa. Normalmente, cuando el estrés se atenúa, el cuerpo recupera el equilibrio y volvemos a sentirnos tranquilos otra vez. Pero cuando experimentamos estrés demasiado a menudo o durante demasiado tiempo, aparecen los problemas. La activación continua del sistema nervioso -al experimentar la “respuesta de estrés”- provoca el desgaste del organismo.

            Cuando estamos estresados, el sistema respiratorio sufre el efecto inmediatamente. Nos suele costar más respirar y lo hacemos más deprisa en un intento de llevar rápidamente sangre rica en oxígeno al cuerpo.

            El estrés causa estragos en el sistema inmunitario, así que nos volvemos más vulnerables a las infecciones y a las inflamaciones crónicas. Nuestra capacidad de defendernos de la enfermedad se reduce.

            También se producen efectos cardiovasculares. Cuando el estrés es agudo, la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea suben. Si se experimenta estrés agudo repetidamente o si el estrés se convierte en crónico, puede provocar riesgo de sufrir hipertensión, ataques al corazón o infartos.

            El estrés puede tener desagradables efectos gastrointestinales. Podemos sufrir ardor de estómago y reflujo ácido, especialmente si hemos cambiado los hábitos alimentarios para comer más o menos, o hemos aumentado el consumo de alimentos grasos o dulces.

            Asimismo, podemos tener problemas con el sistema reproductivo. En el caso de los hombres, el estrés crónico puede provocar disfunción eréctil o impotencia. Las mujeres pueden sufrir cambios en el ciclo menstrual.

            El estrés puede tener un notable efecto en el bienestar emocional. En la vida diaria es normal experimentar altibajos emocionales, pero cuando estamos estresados puede que nos sintamos más cansados, tengamos cambios de humor o nos sintamos más irritables de lo normal. Podemos tener dificultades para dormir o para quedarnos dormidos, y tal vez que pasemos la noche en vela.

            Cuando está sometida a presión, la gente puede adoptar hábitos perjudiciales, como fumar, beber demasiado alcohol o tomar drogas para aliviar el estrés. Pero estos comportamientos son maneras inadecuadas de adaptarse y solo traen más problemas de salud y más riesgos para la seguridad y el bienestar personal.

            Así que aprenda a manejar su estrés antes de que este lo maneje a usted. No hay más que mantenerlo bajo control. Tener algo de estrés en la vida es normal, y una pequeña dosis puede ayudarnos a estar alerta, motivados, centrados, llenos de energía e incluso entusiasmados. Tome medidas positivas para canalizar eficazmente esa energía y rendirá más, logrará más cosas y se sentirá bien.

(*) Farmacia Las Marinas.

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