La trombosis venosa de las piernas durante el embarazo

  04/07/2014

MARIANO MARTÍN-LOECHES DE LA LASTRA (*)

Es la aparición de un coágulo (trombo), en el interior de una vena y que generalmente está acompañado con un proceso inflamatorio (flebitis). En estos casos este cuadro se lo denomina tromboflebitis.
¿Por qué se produce?
Las mujeres son más susceptibles a que se produzca durante el embarazo, el parto y el postparto. Esto está favorecido porque la sangre de la embarazada, como consecuencia de las hormonas placentarias, tiene más facilidad para formar coágulos por algunos cambios que se producen en el proceso de la coagulación. A esto se suma el útero aumentado de tamaño, que por esta razón disminuye la circulación en las venas, principalmente en los miembros inferiores.
Existe mayor predisposición a su aparición en las mujeres con várices o cuando se debe hacer reposo por períodos prolongados. También es más propensa a aparecer si hay obesidad y cuando la madre tiene más de 30 años o ha tenido más de tres partos.
Puede aparecer en las venas superficiales (debajo de la piel) o en las venas profundas (no visibles). La incidencia de su aparición es del 2 % en los casos de las tromboflebitis superficiales y, por suerte, muy raras veces en las venas profundas. Estas últimas pueden complicarse por la liberación del coágulo que puede llegar a ubicarse en los pulmones, con riesgos importantes para la salud de la madre.
¿Cuáles son los síntomas característicos?
El síntoma característico de la tromboflebitis superficial es la aparición de un cordón rojo, doloroso e hinchado en el trayecto de una vena. En la trombosis profunda aparece hinchazón en la pantorrilla o en toda la pierna, asociada con dolor, cambios en la coloración de todo el miembro (palidez o mucho enrojecimiento). Si además, estos síntomas son acompañados con fiebre, taquicardia, dolores a nivel torácico, tos y dificultades para respirar, es muy importante que contactes a un centro médico de forma inmediata.
¿Cuál es su tratamiento?
En la tromboflebitis superficial, se debe colocar el miembro en una posición elevada, y comprimir la zona con medias especiales o vendas elásticas además de medicarse con aspirina. En las trombosis profundas se usan medicamentos anticoagulantes del tipo de la heparina, inicialmente en forma intravenosa y luego subcutánea.
Muy pocas veces el coágulo circula por la sangre y se localiza en el pulmón, generando una embolia pulmonar. En estos casos el tratamiento es más complejo, muchas veces quirúrgico y requiere de interacción en centros especializados.
¿Existe alguna manera de prevenir esta complicación?
La mejor forma de evitarla es mediante la prevención de las varices. Es decir con ejercicios que favorezcan la circulación de la sangre en tus piernas. En los casos que sea necesario realizar reposo por tiempos prolongados, debes ejercitar tus miembros inferiores, rotando tus pies en sentido horario y anti horario, y flexionarlos de atrás hacia adelante y viceversa. También recostada sobre la cama puedes elevar las piernas de a una. Levanta tu pierna a una posición vertical de 90 grados, y con tu pié apuntando hacia arriba. Luego bájala lentamente y repite el ejercicio con tu otra pierna.
(*) Especialista en Obstetricia y Ginecología.
<<< Tornar a la portada